Bodegas Pomar nos volvió a recibir en un encantador fin de semana de vendimia en Viñedos Altagracia en Carora, Estado Lara. Nos sorprendió observar que, luego de 10 años sin ir, los detalles y el buen gusto han permanecido intactos, e incluso creemos que se han multiplicado...
Como venezolanos, sentimos un gran orgullo de todo lo que ese proyecto de Empresas Polar ha alcanzado, produciendo vinos y espumantes venezolanos de muy buena calidad.
Creo que para entender mejor a los vinos de Pomar es importante hacer la visita a sus viñedos y a la Bodega. Uno capta la mística de trabajo y la inversión en investigación, desarrollo agrícola y en tecnología, capacitación del recurso humano, y todos los elementos necesarios para la producción de los caldos en un país como el nuestro, sin tradición vinícola y con un clima difícil para el cultivo de las vitis vinifera, lo que la hacen una Empresa admirable.
La vendimia es un plan turístico estupendo. No sólo por lo interesante de conocer en nuestra propia tierra el proceso de elaboración del vino desde que se cosechan las uvas hasta que se embotellan los vinos, sino que se diseñaron un conjunto de actividades y degustaciones, siempre con un toque venezolano sofisticado, que la hacen una experiencia exquisita, divertida y distinta.
Desde la subida en el globo para observar los bellos sembradíos, el rico desayuno criollo, la degustación de quesos frescos de la región, el ritual de pisar las uvas, oír un grupo de música típica larense, saborear las diferentes uvas directamente de las vides, las charlas informativas de sus agrónomos y enólogos, el recorrido por la Bodega para conocer el proceso de elaboración, las catas de los vinos y cerramos con broche de oro con un almuerzo protagonizado por el famoso cochinillo en caja china... Todo un fin de semana de deleite!!!
Además, tuvimos la dicha de disfrutar de una cena especial elaborada por el jóven y talentoso chef venezolano José Luis Álvarez, la cual estuvo perfecta en maridaje con los vinos y espumantes de Pomar.
Le agradecemos mucho la invitación a Bodegas Pomar, en especial a María Isabel Willson y a Guillermo Vargas, por ser tan amables anfitriones.
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