Los vinos del Cono Sur han venido ganando gran reconocimiento mundial en los últimos años. La creciente calidad y sus precios competitivos les han permitido ir ocupando espacios en mercados como el nuestro, donde cada vez se suman más amantes al extenso mundo del vino con voraz curiosidad por degustar caldos de diferentes orígenes.
Ante la abundante oferta de etiquetas sureñas que actualmente se comercializan en Venezuela, especialmente de productos provenientes de Argentina y Chile, desde que se anunció recientemente la llegada de vinos uruguayos nos llamó mucho la atención conocer más sobre la propuesta de ese bello país.
Invitados por la Distribuidora Maison Blanche, tuvimos la dicha de viajar hasta Montevideo para realizar una extensa visita a los viñedos y la bodega de Establecimiento Juanicó, la empresa vinicultora líder de Uruguay.
PASIÓN FAMILIAR
A pesar de la omnipresencia de las marcas de Establecimiento Juanicó en todo el territorio uruguayo -lo que puede palparse en vallas en las vías, cenefas de los mejores restaurantes y en anaqueles en los mercados-, la gran sorpresa cuando visitamos su bodega fue el darnos cuenta que continúa siendo un negocio familiar, donde los miembros de tres generaciones de la familia Deicas, los amables propietarios, supervisan directamente sus procesos agrícolas e industriales, mezclando su médula artesanal con el aporte tecnológico justo para optimizar los resultados. No en vano fueron la primera industria vinicultora de Suramérica merecedora del certificado ISO 9001.
El origen de la bodega se remonta al año 1755, cuestión que queda en evidencia al conocer sus antiguas cavas subterráneas. La estancia del departamento de Canelones, cerca de Montevideo, fue fundada durante la colonización española y luego el navegante español de origen menorquino, Juan Francisco Juanicó, adquirió las tierras y se instaló en ellas sembrando árboles frutales y pies de parras. Hasta bien entrado el Siglo XX, los descendientes de Juanicó mantuvieron la hacienda.
En 1945, las tierras pasaron a la empresa estatal ANCAP, quien detenta el monopolio de la licencia que le fue otorgada a Uruguay para poder producir cognac con la mismas denominación de origen cotrolada (DOC) francesa, elaborando el famoso “Cognac Juanicó”.
A partir de 1979, la familia Deicas, descendientes del italiano lombardo Massimo Dei Cas, adquirieron las tierras para destinarlas esencialmente a la siembra de vides para la producción de vinos. En poco tiempo, su mística de trabajo los llevaría a convertirse en los primeros productores de vinos finos de su país.
Actualmente cuenta con una extensión de 240 hectáreas, más las otras 150 de productores asociados bajo la supervisión de sus enólogos. Juan Carlos Deicas, junto a sus hijos Fernando y Mariela, y ahora también los nietos, se ocupan de la gerencia y detalles de la siembra, vendimia, extracción, fermentación, embotellamiento, añejamiento, distribución, ventas y mercadeo.
DEL PAÍS VASCO AL RÍO DE LA PLATA
Debido a los inmigrantes europeos que llegaron a asentarse a Uruguay provenientes principalmente de Italia, España e Inglaterra, la producción vinícola de ese país ha sido factor fundamental de su cultura.
Son más de 300 bodegas uruguayas las que hoy elaboran caldos. De todas esas, destaca por mucho Establecimiento Juanicó, la cual se ha colocado como la primera en exportaciones y consumo interno de vinos finos. Con sus marcas “Don Pascual” y “Preludio”, han ido conquistando adeptos debido a su óptima calidad.
Del portafolio de Juanicó destacan los Tannat, cepa muy poco conocida en el Nuevo Mundo pero que encontró en Uruguay las condiciones climáticas y de suelos idóneas para conseguir vinos bastante estructurados, con bondades aromáticas y cromáticas intensas, pero siempre con equilibrio y elegancia. No es posible hablar de vinos uruguayos sin profundizar en el Tannat, que se ha convertido en la variedad emblemática.
El Tannat proviene del País Vasco francés, específicamente de la localidad de Maridan. Fue plantada por primera vez en las pampas uruguayas en 1870 por uno de los pioneros de la enología de ese país, Pascual Harriague, de allí el nombre dado a la línea “Don Pascual” de Juanicó.
PRODUCTOS JUANICÓ
De los vinos de Juanicó no sólo se destaca el Tannat, cuentan con una amplia gama de variedades y ensamblajes en varias líneas.
En primer lugar, se encuentra la “Línea Clásica Don Pascual”: con los varietales Chardonnay, Tannat, Merlot, Cabernet Sauvignon y los bi-varietales Sauvignon Blanc-Sauvignon Gris; Pinot Noir-Pinot Meunier y Tannat-Merlot. Les siguen las líneas “Reserve” y “Roble” de Don Pascual.
La selección top se le denominó “Preludio Barrel Select”, el cual es el vino más premiado de Uruguay, en sus versiones tinto y blanco. El Preludio tinto es producto de una selección limitada de 600 barricas con crianza de 24 a 30 meses donde predomina el Tannat y se matiza con otras variedades para darle mayor redondez. El blanco, se compone de un blend entre Chardonnay y Viognier.
Ante la abundante oferta de etiquetas sureñas que actualmente se comercializan en Venezuela, especialmente de productos provenientes de Argentina y Chile, desde que se anunció recientemente la llegada de vinos uruguayos nos llamó mucho la atención conocer más sobre la propuesta de ese bello país.
Invitados por la Distribuidora Maison Blanche, tuvimos la dicha de viajar hasta Montevideo para realizar una extensa visita a los viñedos y la bodega de Establecimiento Juanicó, la empresa vinicultora líder de Uruguay.
PASIÓN FAMILIAR
A pesar de la omnipresencia de las marcas de Establecimiento Juanicó en todo el territorio uruguayo -lo que puede palparse en vallas en las vías, cenefas de los mejores restaurantes y en anaqueles en los mercados-, la gran sorpresa cuando visitamos su bodega fue el darnos cuenta que continúa siendo un negocio familiar, donde los miembros de tres generaciones de la familia Deicas, los amables propietarios, supervisan directamente sus procesos agrícolas e industriales, mezclando su médula artesanal con el aporte tecnológico justo para optimizar los resultados. No en vano fueron la primera industria vinicultora de Suramérica merecedora del certificado ISO 9001.
El origen de la bodega se remonta al año 1755, cuestión que queda en evidencia al conocer sus antiguas cavas subterráneas. La estancia del departamento de Canelones, cerca de Montevideo, fue fundada durante la colonización española y luego el navegante español de origen menorquino, Juan Francisco Juanicó, adquirió las tierras y se instaló en ellas sembrando árboles frutales y pies de parras. Hasta bien entrado el Siglo XX, los descendientes de Juanicó mantuvieron la hacienda.
En 1945, las tierras pasaron a la empresa estatal ANCAP, quien detenta el monopolio de la licencia que le fue otorgada a Uruguay para poder producir cognac con la mismas denominación de origen cotrolada (DOC) francesa, elaborando el famoso “Cognac Juanicó”.
A partir de 1979, la familia Deicas, descendientes del italiano lombardo Massimo Dei Cas, adquirieron las tierras para destinarlas esencialmente a la siembra de vides para la producción de vinos. En poco tiempo, su mística de trabajo los llevaría a convertirse en los primeros productores de vinos finos de su país.
Actualmente cuenta con una extensión de 240 hectáreas, más las otras 150 de productores asociados bajo la supervisión de sus enólogos. Juan Carlos Deicas, junto a sus hijos Fernando y Mariela, y ahora también los nietos, se ocupan de la gerencia y detalles de la siembra, vendimia, extracción, fermentación, embotellamiento, añejamiento, distribución, ventas y mercadeo.
DEL PAÍS VASCO AL RÍO DE LA PLATA
Debido a los inmigrantes europeos que llegaron a asentarse a Uruguay provenientes principalmente de Italia, España e Inglaterra, la producción vinícola de ese país ha sido factor fundamental de su cultura.
Son más de 300 bodegas uruguayas las que hoy elaboran caldos. De todas esas, destaca por mucho Establecimiento Juanicó, la cual se ha colocado como la primera en exportaciones y consumo interno de vinos finos. Con sus marcas “Don Pascual” y “Preludio”, han ido conquistando adeptos debido a su óptima calidad.
Del portafolio de Juanicó destacan los Tannat, cepa muy poco conocida en el Nuevo Mundo pero que encontró en Uruguay las condiciones climáticas y de suelos idóneas para conseguir vinos bastante estructurados, con bondades aromáticas y cromáticas intensas, pero siempre con equilibrio y elegancia. No es posible hablar de vinos uruguayos sin profundizar en el Tannat, que se ha convertido en la variedad emblemática.
El Tannat proviene del País Vasco francés, específicamente de la localidad de Maridan. Fue plantada por primera vez en las pampas uruguayas en 1870 por uno de los pioneros de la enología de ese país, Pascual Harriague, de allí el nombre dado a la línea “Don Pascual” de Juanicó.
PRODUCTOS JUANICÓ
De los vinos de Juanicó no sólo se destaca el Tannat, cuentan con una amplia gama de variedades y ensamblajes en varias líneas.
En primer lugar, se encuentra la “Línea Clásica Don Pascual”: con los varietales Chardonnay, Tannat, Merlot, Cabernet Sauvignon y los bi-varietales Sauvignon Blanc-Sauvignon Gris; Pinot Noir-Pinot Meunier y Tannat-Merlot. Les siguen las líneas “Reserve” y “Roble” de Don Pascual.
La selección top se le denominó “Preludio Barrel Select”, el cual es el vino más premiado de Uruguay, en sus versiones tinto y blanco. El Preludio tinto es producto de una selección limitada de 600 barricas con crianza de 24 a 30 meses donde predomina el Tannat y se matiza con otras variedades para darle mayor redondez. El blanco, se compone de un blend entre Chardonnay y Viognier.
Más arriba está el “Familia Deicas 1er. Cru Garage Tannat”, que se consiguió siguiendo las más estrictas normas de los vinos Cru Garage de Bordeaux. Adicionalmente, podemos conseguir un estupendo late harvest, el “Botrytis Noble”, y un original licoroso proveniente de su cepa emblema, el “Licor de Tannat Familia Deicas”.
Sin lugar a dudas, los vinos "Don Pascual" y "Preludio", pasarán a formar parte de los preferidos del consumidor venezolano en poco tiempo .
1 comentario:
Vaig a anar a l'Uruguay fa pocs dies. M'he trobat amb la grata experiencia de poder escollir una amplia gama de vins, de molt bona qualitat a baix cost. Recomano especialment el "Merlot" de Don Pasqual. Un molt bon vi per 4 euros. Mauro desde catalunya.
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