Consumo per cápita es inferior a un litro anual, según datos del mercado
EDUARDO CAMEL ANDERSON
EL UNIVERSAL
Al año se venden en Venezuela aproximadamente 1,37 millones de cajas de vinos "tranquilos" (que no se mueven solos en la copa, es decir, no son espumantes), mayormente tintos y blancos.
De esos, más de 600.000 cajas pertenecen al segmento llamado alto, de precio intermedio, que es el que cuesta entre 8.000 y 17.000 bolívares. Al cierre de 2006, el mercado había crecido 10% aproximadamente, un porcentaje nada despreciable para los competidores del sector, pero en años anteriores fue 15% anual.
Las cifras pertenecen a la consultora Wine Spirit, pero fueron dadas a conocer a este diario por Michelle Arreaza, la gerente de la Categoría de Vinos y sus derivados de Bodegas Pomar, empresa perteneciente al Grupo Polar, y que acaba de anunciar en el mercado la disponibilidad de Terracota, un producto con el cual la marca quiere hacerse de una porción de 5% del mercado del segmento alto.
El perfil de consumo del venezolano, hasta ahora, está bien definido, sin que eso no signifique que Pomar crea que se mantendrá estático: por los momentos el consumo anual per cápita de la bebida es inferior a un litro, mientras que en Chile es de 17 litros, y en Argentina, 29 litros.
La marca confía en que en los próximos años la tendencia venezolana se desplazará hacia arriba. Terracota entonces ataca un mercado de personas con edades superiores a 25 años (son sumamente extraños los casos de consumidores de vino que sean más jóvenes) y llegan a un techo de 45 años.
"Son por lo general personas que consumen más en la casa (60% prefiere hacerlo en la intimidad de su hogar, y no en restaurantes ni establecimientos), acompañados de amigos o de su pareja". Se asocia el vino con la gastronomía y buena compañía.
Aunque el fuerte del consumo puede concentrarse en los estratos socioeconómicos A, B, y C, hay presencia de miembros de las clases D y E.
Las expectativas con Terracota son moderadas. Ese 5% citado anteriormente, implica la venta de unas 25.000 cajas del producto, lo cual es además un aumento de 20% sobre las ventas anuales de la compañía en el segmento alto. Es de destacar que sobre ese nicho están los vinos Premium, aún más caros, pero obviamente dirigidos a un público más selecto.
Y tanto en ese, como en el resto de los segmentos, los reyes son los vinos importados, con una participación de 70%. Eso parece no ser noticia, pero lo es, en vista de que en los últimos años ha habido un importante desplazamiento de los originarios de Europa por aquellos provenientes de Chile y Argentina, de acuerdo con lo comentado por Arreaza.
EDUARDO CAMEL ANDERSON
EL UNIVERSAL
Al año se venden en Venezuela aproximadamente 1,37 millones de cajas de vinos "tranquilos" (que no se mueven solos en la copa, es decir, no son espumantes), mayormente tintos y blancos.
De esos, más de 600.000 cajas pertenecen al segmento llamado alto, de precio intermedio, que es el que cuesta entre 8.000 y 17.000 bolívares. Al cierre de 2006, el mercado había crecido 10% aproximadamente, un porcentaje nada despreciable para los competidores del sector, pero en años anteriores fue 15% anual.
Las cifras pertenecen a la consultora Wine Spirit, pero fueron dadas a conocer a este diario por Michelle Arreaza, la gerente de la Categoría de Vinos y sus derivados de Bodegas Pomar, empresa perteneciente al Grupo Polar, y que acaba de anunciar en el mercado la disponibilidad de Terracota, un producto con el cual la marca quiere hacerse de una porción de 5% del mercado del segmento alto.
El perfil de consumo del venezolano, hasta ahora, está bien definido, sin que eso no signifique que Pomar crea que se mantendrá estático: por los momentos el consumo anual per cápita de la bebida es inferior a un litro, mientras que en Chile es de 17 litros, y en Argentina, 29 litros.
La marca confía en que en los próximos años la tendencia venezolana se desplazará hacia arriba. Terracota entonces ataca un mercado de personas con edades superiores a 25 años (son sumamente extraños los casos de consumidores de vino que sean más jóvenes) y llegan a un techo de 45 años.
"Son por lo general personas que consumen más en la casa (60% prefiere hacerlo en la intimidad de su hogar, y no en restaurantes ni establecimientos), acompañados de amigos o de su pareja". Se asocia el vino con la gastronomía y buena compañía.
Aunque el fuerte del consumo puede concentrarse en los estratos socioeconómicos A, B, y C, hay presencia de miembros de las clases D y E.
Las expectativas con Terracota son moderadas. Ese 5% citado anteriormente, implica la venta de unas 25.000 cajas del producto, lo cual es además un aumento de 20% sobre las ventas anuales de la compañía en el segmento alto. Es de destacar que sobre ese nicho están los vinos Premium, aún más caros, pero obviamente dirigidos a un público más selecto.
Y tanto en ese, como en el resto de los segmentos, los reyes son los vinos importados, con una participación de 70%. Eso parece no ser noticia, pero lo es, en vista de que en los últimos años ha habido un importante desplazamiento de los originarios de Europa por aquellos provenientes de Chile y Argentina, de acuerdo con lo comentado por Arreaza.
2 comentarios:
que buenoooo, mas y mejores consumidores y degustadores de vino, la cultura crece
Así es, Marta Elena, seguramente éste es el mercado potencial más importante de Latinoamérica... Es impresionante como el consumo crece mensualmente... Lo dicen los distribuidores amigos que cada día venden más vino, y eso que lamentablemente tenemos grandes restricciones a las importaciones en general, lo que también afecta a los vinos!!! Ojalá sigan llegando más y mejores productos a nuestro país!!!
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