Los vinos portugueses de aquella época eran secos, robustos y aromáticos, y para aguantar las grandes travesías marítimas para llegar hasta Inglaterra, comenzaron a fortificarse con aguardiente destilado de las mismas uvas. Resulta que al añadirle alcohol, se decubrió que el vino perdía acidez y se preservaban las azucares del mosto, adquiriendo así más delicadeza y multiplicando su sabor y aromas afrutados.
Posteriormente, en el Siglo XVIII, el Marqués de Pombal, célebre primer ministro portugués, delimitó y clasificó los viñedos del Valle del Duero, buscando así la más óptima calidad de los productos y estableciendo además normas técnicas de cultivo, elaboración, transporte y precios. También creó la Compañía General de Agricultura de las Viñas del Alto Duero, encargada de impartir severas sanciones a los agricultores que no seguieran dichas ordenanzas. Gracias a eso, se considera que Portugal fue el país pionero en crear la denominación de origen controlada (D.O.C), doscientos años antes que sus vecinos comenzaran a reglar la producción y comercialización de vinos.
La Denominación de Origen Controlada del Duero, establece que para la elaboración de los oportos deben utilizarse al menos 29 cepas (15 tintas y 14 blancas), destacando las siguientes: Touriga Nacional, Tinta Roriz, Tinta Barroca, Tinta Cao, Malvasia Fina, Malvasia Rei, Rabigato, Codega y Viosinho. El aguardiente de uva se agrega en una proporción 110 litros por cada 650 litros de mosto, el cual interrumpe la fermentación y potencia el azúcar, dándole su característico dulce al paladar. El grado alcohólico de los oportos varía entre 19° y 21°, superando cualquier otro tipo de vinos debido al alcohol añadido.
Existen distintos tipos de oportos marcados por variadas características debido a las cepas utilizadas, la delicadeza y el envejecimiento. Los diferentes Oportos son:
Porto Blanco: varía en cuanto a su dulzor pero tiene en común que es añejado en barricas por 2 ó 3 años.
Ruby: tiene un color rojizo claro como la piedra preciosa. Es el blend más económico por ser muy joven. Es envejecido por 2 ó 3 años.Tawny Joven: es un blend con mejores cepas que el ruby, aunque es también joven.
Late Bottled Vintage (LBV): Fue lanzado por primera vez en 1970, se produce todos los años y es envejecido en barricas de 4 a 6 años, luego es filtrado y estabilizado más que un Vintage. Debe indicarse el año de la cosecha y del embotellamiento.
Tawny Añejo: se permiten cuatro categorías según su antigüedad (10, 20, 30 y 40 años). Son blends sabiamente mezclados que pasan hasta cuatro décadas en barricas de roble. Luego de rigurosos estudios químicos y catas, se permite su venta al público.
Tawny Añejo: se permiten cuatro categorías según su antigüedad (10, 20, 30 y 40 años). Son blends sabiamente mezclados que pasan hasta cuatro décadas en barricas de roble. Luego de rigurosos estudios químicos y catas, se permite su venta al público.
Colheita: se elaboran de una sola cosecha, posteriormente pasan mínimo 7 años cuando se va trasegando el vino. Se hacen por pedidos especiales de los clientes, por lo que son muy costosos.
Vintage: al igual que el anterior, son producidos de una sola cosecha pero éstas tienen que ser añadas excepcionales. Se embotellan luego de 2 ó 3 años de envejecimiento en barrica y luego pueden pasar en botella de 5 hasta 50 años.
Generalmente, se han considerado a los oportos como aperitivos ideales para acompañar un foie gras o quesos fuertes. Los maridajes con chocolates y repostería fina son también extraordinarios. Además, van bien con puros y ahora se están utilizando mucho para acompañar platos cremosos con toques dulces, reducciones para salsas de carnes y para carnes de caza.
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